El malecón de Mazatlán no solo es la vía que une a la parte histórica del puerto con su modernidad, sus playas, restaurantes, marisquerías y centros nocturnos.

Una de sus principales atracciones son sus monumentos, algunos dedicados a personajes famosos que nacieron o tuvieron éxito en el puerto, como los de Pedro Infante, muy visitado durante la semana de la moto, y el de Lola Beltrán en plena avenida Del Mar, también tiene un obelisco situado en el interior del fuerte 31 de marzo, en conmemoración a la batalla que vivió el puerto contra los franceses durante su guerra de intervención. Pero estos los dejaremos para otra ocasión, ya que este texto se dedicará únicamente a las esculturas alegóricas, aquellas que guardan un significado especial para los porteños y son invaluables símbolos culturales de Mazatlán. Si andamos el malecón, desde donde comienza el paseo Olas Altas hasta donde inicia la zona dorada, nos los encontraremos en este orden:

1. El Escudo

Erigido en 1959 con forma de prisma triangular, dos de sus caras muestran los escudos de Sinaloa y Mazatlán, ambos diseñados por Rolando Arjona Amabilis en 1958. El primero tiene forma ovalada, estilización de la pitahaya de la que toma su nombre etimológico Sinaloa, dividido en cuatro cuarteles que representan los municipios de Culiacán, El Fuerte, El Rosario y Mazatlán. El segundo se sujeta de un ancla, símbolo de la actividad portuaria que fundó al puerto, rodeado de dos sirenas que representan al Carnaval y los Juegos florales, además del sol, la luna y el cangrejo que representa al trópico de cáncer que cruza al municipio, en su cuartel al centro esta el venado como símbolo prehispánico que le dio su nombre a Mazatlán.

2. El Venadito

Realizado en 1977 por Pedro Jiménez Corona, quizá por encargo de una logia masónica de las que aun existen en Mazatlán, muy pronto se convirtió en uno de los monumentos más emblemáticos e identitarios del puerto. Su figura altiva, representada tanto en sellos gubernamentales como empresariales, es tan respetada y querida por los mazatlecos que cuando cuatro vándalos foráneos lo lazaron y arrastraron por todo el malecón en 2007, poco los salvo del linchamiento publico. Por esta razón Mazatlán cuenta desde entonces con dos venaditos realizados por el mismo Jiménez Corona: la copia con la que se sustituyó en su localización original y la escultura restaurada, situada desde el 2011 entre la UAS y el polideportivo.

3. La Mujer delfín

Obra de Rodrigo Becerra Rodríguez, ubicada desde 2004 en la entrada de uno de los rincones más históricos del malecón. La Carpa Olivera, que tiene este nombre desde que Antonio Olivera decidiera abrir aquí su restaurante en 1914, sobre pilotes de cemento y una alberca natural debajo de su estructura, a donde irían a comer artistas como Pedro Infante y Lola Beltrán hasta presidentes como Miguel Alemán y Ruiz Cortines. Cuando cerro el restaurante y fue demolido, solo quedo la alberca que se convirtió en un punto de reunión familiar hasta inicios del siglo XXI. Durante su renovación en 2004 fue colocada esta estatua, pero la naturaleza y el vandalismo ocasionaron que el conjunto fuera de nuevo rehabilitado entre 2014 y 2015.

4. La Mujer mazatleca

Creada y donada en 1983 por el compositor y escultor Gabriel Ruiz Galindo, el mismo que realizaría las canciones Mazatlán y Noches de Mazatlán. Es un claro homenaje a la belleza y carácter de las nativas del puerto, sus reinas del carnaval, musas de valses y canciones como las que compuso su autor, además de Fernando Valadés, José Alfredo Jiménez y Enrique Mora. La escultura se encuentra en el centro de una pequeña explanada tapizada por placas de mármol con los nombres de destacados artistas sinaloenses, una especie de paseo de la fama local. La figura surge de las olas que hacen su vestido, con un pie por delante y los brazos abiertos para recibir a los visitantes del puerto.

5. La Sirenita y el Amor

Otra obra de Jiménez Corona, creada en la decada de 1980, esta peculiar escultura colocada sobre uno de los riscos que rodean la explanada Sánchez Taboada, mejor conocida como El Clavadista, permaneció solitaria y distante de los curiosos hasta que se le construyó un puente sobre las olas para acercarla a estos. Consta de dos figuras contemplando a los paseantes del malecón, mientras Cupido apunta una de sus flechas a los enamorados que vienen aquí a esperar el atardecer. Los mazatlecos también le han dado el nombre de La reina de los mares, ya que corre la leyenda de que los pescadores pasan cerca de esta antes de partir al mar, ya que su visita augura éxito en sus jornadas.

6. Continuidad de la Vida

Construido en 1993, este monumento que sorprendió a los mazatlecos y sorprende a los visitantes por su ilusión de movimiento, también habría que agradecerlo al cincel de Jiménez Corona. Representa a Adán y Eva montados sobre una gran caracola, que significa la continuidad y prolongación de la vida, contemplando en el mar del Edén a once delfines que representan a la vida marina, poniendo al hombre en igualdad con los animales y el ecosistema que le rodea. La escultura lleva el nombre popular de Los delfines, por obvias razones, y ha sido parte de ceremonias publicas muy importantes del ayuntamiento, como la ocurrida en abril de 2014, cuando se colorearon de luz azul sus aguas, celebrando el día del autismo.

7. Los Monos bichis

Aunque su nombre oficial es Alegoría marina, muy poca gente conoce así al monumento construido en 1958 por Rodolfo Becerra Gómez, considerado por muchos mazatlecos como el más importante y representativo del malecón. Su denominación más popular hace alusión a una palabra muy regional que proviene del adjetivo yaqui bichicori, que significa desnudo o con poca ropa, situación en la que encontramos al hombre y su mujer. También se le conoce como monumento al pescador por la red que carga el varón del conjunto. La escultura más antigua sobre la avenida Del Mar antecedió con sus símbolos al escudo diseñado por Rolando Arjona, distinguiéndose por su alto faro que iluminó y separó a los entonces viejo y nuevo Mazatlán.

8. La pulmonía

Ya sobre la avenida Del Mar, se ubica desde 1998 este monumento que conmemora otro de los símbolos únicos de Mazatlán: su transporte. Desde el siglo XIX existían en el puerto unas carretas techadas conocidas como arañas, las típicas que menciona José Alfredo Jimenez en su corrido, que cambiarían de nombre a aurigas en 1936, aunque permanecería popularmente su vieja denominación hasta motorizarse en 1974. A su lado surgieron las pulmonías, diseñadas por Miguel Ramírez Urquijo en 1969, y que tienen este nombre por la creencia que tenia la gente de aquellos tiempos de que al subirte contraerías una pulmonía. Su monumento es el único que puede ser ocupado por las personas, quienes pueden sentarse en su interior.

9. Los Lobos marinos

Realizada en 2007 por César Luna Orozco para cubrir las bombas que llevan el agua del mar al cercano Acuario, ubicada en el extremo de la avenida donde se encuentra esté a una cuadra del malecón. El acuario ya contaba con su propia escultura en su entrada desde la decada de 1980, realizada por el ya mencionado Jiménez Corona, representando a tres niños cargándose para alimentar a un delfín en pleno salto. Sin embargo, desde que se fundó el Acuario Mazatlán en 1980, nunca ha tenido en sus instalaciones a un delfín, en cambio una de sus principales atracciones son los lobos marinos. Además de estos, el monumento representa al pequeño islote cercano al puerto donde estos mamíferos marinos llegan cada año.

10. La familia

A unos pasos de la Zona Dorada, aun sobre el malecón, se encuentra la única escultura que el reconocido artista mazatleco Antonio López Sáenz ha creado para adornar al malecón en el año 2000 con el nombre de Así nos agarró el milenio. La denominación popular por la que se conoce entre la gente, que como ya hemos visto es dada a cambiar los nombres de sus monumentos más representativos, se debe a que representa a una familia típica mazatleca, a manera de las esculturas y pinturas sin rostro y regordetas de López Sáenz, esperando el amanecer del futuro hacía la Zona Dorada. Como lo fuera en otros ayeres el monumento al pescador, esta escultura se volvió la división del Mazatlán tradicional y el moderno que se sigue construyendo en dirección a Cerritos.

11. La gaviota (retirado)

En la glorieta que marca la entrada y salida del malecón por un lado y la zona dorada por el otro, se encuentra desde el 2010 una escultura abstracta y plateada, creación de Ricardo Nierman. Conmemora el centenario del comienzo de la revolución y el bicentenario del inicio de la guerra de independencia, además del reconocimiento a Mazatlán como una de las trece maravilla de México, según una votación a nivel nacional organizada por la cadena de medios del grupo Azteca. Curiosamente, sobre esta glorieta, se encontró a la vista de varias generaciones la estatua del diplomático y revolucionario mazatleco Genaro Estrada, cuya desaparición y posterior sustitución causo polémica y encuentros entre las autoridades y los mazatlecos.

Mención especial: Cerveceria El Pacifico

Develada en el 2000 en conmemoración del centenario de esta cervecería, uno de los símbolos culturales e históricos de los mazatlecos desde inicios del siglo XXI, era en realidad una de las ollas que se usaron en la primer fabrica El Pacifico. Sin embargo, el peso de su estructura, el terreno inestable sobre el que se ubicó y las constantes tormentas que azotan al puerto cada año, fueron dañando al monumento y a esta parte del malecón, hasta que las autoridades decidieron reinstalarlo donde están las oficinas y bodegas de la Cerveceria Corona, a la que pertenece El Pacifico desde 1954.

Esta no ha sido la única escultura reubicada que ha tenido el paseo mazatleco. Además de la ya mencionada estatua de Genaro Estrada, que ahora se encuentra en la escuela del mismo nombre, de 1925 a 1935 el paseo Olas Altas tuvo su primer monumento dedicado a la independencia de México. Este seria reinstalado constantemente de la plazuela Hidalgo, donde aun se encuentran sus leones, a el palacio municipal, terminando finalmente en el ejido de San Francisquito en 1949.

 Autor: Fernando Meraz Fuente: DoceDiezMeraz.wordpress.com