Este articulo fue escrito por Christine Delsol para el SFGate y se publicó en junio de 2010.
Si buscas un destino con playas aptas para toda la familia aquí en México, más de un millón de personas que visitan Mazatlán al año probablemente te dirían que compres tus boletos para venir a Mazatlán. Durante la primera semana del mes de Julio de 2010 se celebró un concurso a nivel nacional llamado “Batalla de Destinos”, en donde más del 73 por ciento de votantes desairaron a Cancún, Acapulco e Ixtapa al votar a favor de la Perla del Pacífico.
Los 27 kilómetros de playas doradas de Mazatlán y su atento servicio al turista, son bonos extras que ofrece el puerto más grande ubicado entre Los Estados Unidos de Norteamérica y el Canal de Panamá. La ciudad tiene su historia continua, alrededores pintorescos como para llenar toda una vida de paseos, y una próspera industria pesquera. Aparte de sus doradas playas, Mazatlán todavía puede alardear sobre sus hoteles económicos, mariscos frescos, pesca deportiva de altura y su cultura cotidiana, la cual ha atraído a turistas desde los años 40.
Mazatlán fue conocida durante un tiempo como el paraíso de estudiantes vacacionistas, de lo que se perciben remanentes hoy en día en la zona turística, llamada Zona Dorada. Los nuevos desarrollos se han concentrado en hoteles con marina, golf y spa, y están lejos del centro de la ciudad. En realidad, sigue siendo una ciudad refrescantemente sencilla y económica. Por lo tanto, aquí le exponemos nuestras 10 razones, aparte de sus playas, para visitar Mazatlán.
1- Viejo Mazatlán
Evocador y sugestivo, aún cuando cayó en desuso, este lugar donde los conquistadores españoles establecieron la ciudad a mediados del siglo XVI ha sido gloriosamente revitalizado, y hoy es el centro del floreciente escenario artístico en Mazatlán. Elegantes edificios del siglo XIX son escaparates con cafés, centros nocturnos y galerías de arte. Las calles alrededor de la Plazuela Machado, lo que fue la plazuela principal de sus fundadores, está rodeada de teatro al aire libre, exhibiciones de fotografía y desfiles durante el día; de noche, cuando los restaurantes y centros nocturnos sacan sus mesas a la calle y abren sus puertas de par en par para contagiarse del ambiente festivo, Mazatlán no le pide nada a Nuevo Orleans.
2-Cultura sin límites
El Teatro Ángela Peralta, que data de 1874, se restauró en 1992 y fue un detonador de la rehabilitación del Centro Histórico, y ahora es sede de un programa de actividades continuas, desde un concierto de la sinfónica del Estado a un coro de niños estudiantes o visitas de bandas de jazz. Esta restauración dio entrada al Festival Cultural de Mazatlán, que proyecta anualmente docenas de eventos musicales, de ballet, teatro, cine y comedia, desde principios del mes de noviembre hasta mediados de diciembre. Casi durante cualquier época del año podrá coincidir con un festival cultural, ya sea el Festival de Artes del Estado, el Festival Internacional de la Danza, el Festival Internacional de Cine, La Feria del Libro de Mazatlán o el Festival Internacional de Guitarra, todos los cuales traen celebridades de talla internacional.
3- Carnaval
Sólo Río y Nuevo Orleans pueden proclamar una celebración de Carnaval más grande que la de Mazatlán, durante la cual puede uno apreciar a más de 400,000 parranderos que abarrotan sus calles y playas.Aparte del gran desfile, esta fiesta Mazatleca trae mariachis, bandas de rock regionales, programas de literatura y arte, fuegos artificiales, juegos de parques de diversiones y festivales culinarios donde sobresale el pescado zarandeado, una delicia regional cocinada al carbón.
4- El malecón
La parte del malecón conocido como Olas Altas, luce como parte del Centro Histórico, rodeado de lugares para sentarse a admirar el mar, vendedores empujando sus carretas, trabajadores tomándose un descanso y familias enteras saliendo a dar un paseo en el aire fresco. La acera frente al mar está llena de cafés, y puede desviarse y subir el Cerro de la Nevería, donde se encuentran túneles que fueron excavados a mediados del siglo XIX para guardar el hielo importado desde San Francisco, y a la Calle Ángel Flores, con su colección de casas coloniales ubicadas sobre una terraza cortada del cerro. Fácilmente puede dedicarle todo un día a recorrer el malecón a pié, especialmente si hace escalas para bañarse en el mar, tomarse una bebida refrescante, o echarle un vistazo a los primeros hoteles que tuvo la ciudad, antiguos pero muy orgullosos (y económicos) como el Belmar o el renovado Posada Freeman.
5-Monumentos memorables
Cada ciudad tiene sus estatuas, la mayor parte de ellas son interesantes momentáneamente pero fáciles de olvidar. Los monumentos en el malecón de Mazatlán causan tal impresión que difícilmente se olvidan: El monumento dedicado a La Mujer Mazatleca es todo un homenaje a la belleza de las Sinaloenses, que han logrado obtener títulos de Miss México en un porcentaje desproporcionado al resto del país; el Monumento al Pescador, que honra a la fortaleza de los pescadores que siguen trabajando por subsistir de las bondades del mar; la fuente de La Continuidad de la Vida, representando a un hombre desnudo y a una mujer posados sobre la concha de un caracol ‐ el símbolo Azteca que define la continuidad ‐rodeados de 13 delfines representando a la inteligencia; y el monumento del Venado, que da tributo a la historia antigua de Mazatlán (Mazatlán quiere decir “Lugar del Venado”).
6- El Faro
En la cima del Cerro del Crestón, el más alto de Mazatlán, a156 metros de altura, es el segundo faro más alto (detrás de Gibraltar). Muy temprano por la mañana, barcos de las flotas pesqueras deportivas salen a la pesca del muelle que conecta al faro con tierra firme. Al atardecer, puede bajar esos mariscos frescos que se comió al subir el faro a pié ‐ alrededor de 30 a 45 minutos desde la base del cerro ‐ para llegar a ver una incomparable vista de los destellos de la ciudad a 152 metros abajo.
7- Isla de la Piedra
La “Isla de la Piedra” era una cooperativa que cultivaba cocos, propiedad de unas 20 familias que vivían en palapas sencillas cuando realicé mi primera visita a Mazatlán. Hoy en día ya cuenta con unos cuantos hoteles modestos, restaurantes bajo grandes palapas donde ofrecen las capturas frescas de los pescadores, cuatrimotos, paseos en banana, paseos a caballo, un campo de golf y la única granja de caballos de mar que jamás me haya encontrado en mis viajes. Aún así, sigue siendo casi en su totalidad granjas de palmeras de cocos y arena, una maravillosa forma de disfrutar la playa lejos de distracciones urbanas ‐‐ y solamente a 10 minutos de distancia en lancha, o taxi acuático.
8- Vamos al beisbol
De octubre a diciembre el béisbol se juega y se disfruta con una pasión netamente mexicana. “Los Venados”, el equipo Mazatleco de la Liga del Pacífico, normalmente contrata unos cuantos jugadores estadounidenses de la liga AAA. Los Venados han llegado a las finales, en el mes de enero, durante los últimos 10 años y ganaron el campeonato mexicano en el 2008. El año pasado representaron a México en la Serie Mundial del Caribe. El juego en sí es jugado casi como se juega en Estados Unidos, pero el entretenimiento tal como porristas y bailarines es… único. La temporada 2010 comienza el 12 de octubre; el programa está disponible aquí (seleccione Calendario; los cuadros rojos indican que el juego será en casa).
10- Algo huele a pescado
Los grandes Marlines, pez espada y pez velas que atrajeron a gente de la talla de John Wayne y Ernest Hemingway durante décadas pasadas siguen saltando, y Mazatlán tiene algunos de los capitanes más experimentados y competentes en el mundo para la pesca deportiva. Varias flotas deportivas de diferentes tamaños se forman en los muelles bajo el faro; corren rumores de que cada lancha regresa con un promedio de tres enormes picudos al día, durante la temporada (octubre a mayo).
10- A volar
Si prefiere las plumas a las aletas, la costa del Estado de Sinaloa es el hogar de más de 500 especies de pájaros, y tanto como 35 de ellas son autóctonas.. En lo alto de los pinos de la carretera Mazatlán ‐ Durango, se encuentra el proyecto de la Reserva de la Chara Pinta para preservar su hábitat con la intención de poner un alto al descenso en su población. El festival de mediados de enero ofrece numerosos paseos a la reserva, como también a otros lugares de avistamiento de aves; conferencias, talleres y exhibiciones de arte.
¿Qué otras razones puedes mencionar para venir a Mazatlán?