Entre las muchas particularidades que se pueden encontrar en el puerto, quizá de las menos conocidas, son sus tradiciones religiosas. Desde una cruz que se aparece de la nada hasta una no menos sorprendente aparición mariana en el espejo de un hotel, los mazatlecos han tenido, desde el establecimiento del puerto, ciertos lugares a los cuales dirigir su devoción, aunque esta no fuera tanta como la de otros pueblos vecinos, dígase Rosario, Panuco o Villa Unión. En la actualidad la mayoría de las religiones practicadas aquí son de corriente cristiana, contando la católica con el mayor numero de feligreses, además de los templos más grandes e importantes del puerto. No necesitas ser religioso o creyente para poder apreciar estos interesantes lugares, únicos de Mazatlán, como los que a continuación encontraras.

1. Cerro de la Cruz

Quizá el nicho religioso más antiguo del puerto. Dice la leyenda que durante mucho tiempo la gente ignoró el peñón que se levanta en medio del cerro del Vigía y las playas sur y olas altas, hasta que algunos lugareños se dieron cuenta de que en su cima apareció una cruz de madera, llamando desde entonces al montículo como ahora se le conoce. Investigando podemos encontrar que desde 1768, cuando José de Gálvez llega al puerto y mejora las condiciones de sus vigías, estos últimos construyen sobre un cerro una peana y sobre ella una cruz, quizá la misma que tiempo después descubrirían los asombrados mazatlecos. Actualmente esta es visitada en peregrinación los primeros días de mayo, en la festividad de la Santa Cruz.

2. Iglesia de San José

Mazatlán ya contaba con aduana y su propio ayuntamiento cuando se comenzó a construir su primer templo en 1837. Antes de esto, los creyentes esperaban la visita del cura de Villa Unión con su altar portátil para realizar los sacramentos, ya que ninguno de ellos visitaba la iglesia de este pueblo ni para bautizar a sus hijos. La indiferencia de los porteños hacía sus obligaciones religiosas, cada vez más influenciados por una sociedad extranjera con creencias muy diferentes a la iglesia romana, alarmó a las autoridades eclesiásticas. El templo de estilo franciscano, de dimensiones óptimas para el numero de católicos que había entonces, terminó de construirse en 1842, guardando en su interior un misterioso cristo que vino del mar.

3. Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción

Durante varias décadas el único templo católico, y de cualquier otra denominación, que había en el puerto fue el de San José. La creciente importancia de Mazatlán, que para 1852 ya era capital del estado, obligó a los comerciantes extranjeros abogar por la construcción de una iglesia digna de la Atenas de occidente. En 1855 se coloca su primera piedra, pero las obras se detuvieron en 1864 por las leyes de reforma, y pudo ser continuada hasta 1875 bajo la administración del párroco Miguel Lacarra Aguilar, quien al igual que su arquitecto, Estanislao León, no alcanzaría a ver terminada su construcción en 1899, siendo enterrados ambos en ella. El epicentro religioso del puerto esta marcado por su eclecticismo, no solo de estilos, sino de las creencias de los mazatlecos de entonces, como el arte islámico de su interior o sus ventanales con detalles judíos.

4. Iglesia Cristiana Congregacional de Mazatlán

Ahora que los católicos ya construían y terminaban su magnánimo templo, llegó el momento de que los protestantes, antecediendo a otras denominaciones cristianas en el puerto, tuvieran su propio centro de oraciones. La iglesia no católica más antigua de Mazatlán fue fundada en 1888, consagrándose hasta 1910, dando desde entonces diferentes talleres y cursos a la población, funciones que la iglesia católica no tendría en el puerto sino hasta la fundación del Instituto Cultural de Occidente en 1951. Los mazatlecos, excepcionalmente tolerantes en comparación con la mayor parte del México de aquella época, fueron aceptando la inclusión de otras iglesias a lo largo del siglo XX.

5. Niño Jesús de las Gaviotas

Visitado principalmente en epocas decembrinas, aunque la casa donde se encuentra, en el fraccionamiento que le da su particular nombre, tiene las puertas abiertas todo el año para aquellos que deseen pedir su intercesión. Esta casa tiene cubiertas sus paredes y muebles con obsequios infantiles, fotografías, imágenes y oraciones del niño Jesús que van dejando sus visitantes. El niño Jesús que se encuentra en el cuarto del fondo, dentro de una vitrina y con dos reclinatorios a su alrededor, fue un obsequio que el párroco de la catedral le hizo a la propietaria de la casa, Maria de Jesús Valdez, en 1944. La imagen había sido bendecida por el papa Pio XII y desde entonces se le han adjudicado milagros de todo tipo.

6. Virgen de la Puntilla

Para muchos la representación mariana más importante para los mazatlecos, principalmente para los pescadores. Cuentan los creyentes que antes de colocar este monumento en el lugar que le da su nombre, Mazatlán era azotado constantemente por tormentas y huracanes que dañaban al puerto y aniquilaban parte de su población. Construida por iniciativa de los pescadores y el obispo de Mazatlán con el fin de protegerlos de la ferocidad del océano, se mandó construir en 1972, llegando al puerto de Mazatlán y a su actual localización en 1975, mismo año en que el último huracán de proporciones catastróficas tocó el puerto. En su columna se lee desde entonces: Madre de la iglesia, reina del mar y del universo.

7. Iglesia de Nuestra Señora de Fátima

Después de la construcción de la catedral en 1899, otros templos católicos de grandes dimensiones se levantarían en el puerto como la Parroquia de Cristo Rey, el Monasterio de la Sagrada Familia y la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. De entre todas ellas resalta la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, construida a partir de 1991 en la cumbre del cerro Montuosa, que junto con sus tres torres, la hacen visible desde la distancia. También es conocida como Santuario a Santa Maria de América, ya que cuenta con más de veinte nichos con vírgenes procedentes de diferentes países de este continente, que con su cristo de madera de seis metros y su capacidad para setecientas personas, lo vuelven el templo más grande del puerto.

8. Virgen del espejo

Aunque no reconocida oficialmente por la iglesia católica, esta aparición se volvió en la tradición religiosa más joven de Mazatlán. Desde el 2008, año en que una camarista del hotel Playa, tratando de sacar la mancha de un espejo, se dio cuenta de que esta se asemejaba bastante a la virgen de Guadalupe, es una de las atracciones que este emporio hotelero promociona dentro de sus paquetes. Sea realidad o ficción, esta aparición llegó justo en el momento en que muchos porteños necesitaban algo de fe frente a la ola de violencia que vivía junto a su descenso turístico, por ello cada 24 de septiembre un padre es invitado y realiza una misa con los empleados, huéspedes y demás creyentes en los pasillos del hotel.