Mazatlán es un puerto con mucha historia. Aunque no se conoce con exactitud la fecha de su fundación en los siguientes párrafos se intenta hacer una versión muy breve de la historia de Mazatlán desde sus primeros habitantes hasta casi nuestra época.
Hace ya algunos siglos, sin saberse cómo y desde hace cuánto, empezó a poblarse el pantanoso y caluroso valle de Mazatlán, que para 1500 se encontraba habitado por dos grupos que tenían entre sí una guerra constante. Cuando llegaron los españoles la primera y segunda vez, aprovecharon tamaña ventaja, pues prometiendoles la paz llevaron al exterminio a unos y al cristianismo a los otros. Además de minas y misiones, establecieron un presidio, desde el que unos mulatos protegerían las villas novohispanas de las rebeliones indígenas y los ataques piratas. Teniendo, para esto último, un puesto de vigilancia en la deshabitada bahía del norte.
Con el tiempo el presidio y sus dependencias territoriales comenzaron a ganar autonomía de sus superiores, oficializada por las mismas cortes. Sus habitantes llegaron a participar brevemente en la guerra de independencia, mientras otros aprovechaban los conflictos de la época para hacer negocios en la bahía, que paulatinamente se fue poblando hasta conseguir por decreto su apertura al comercio exterior. Ya en el México independiente, comenzaría a funcionar como un puerto decente y muy poco tiempo después tendría su propio gobierno y élite política.
Durante el régimen centralista Mazatlán adquiere una influencia política y militar que rivaliza y supera parcialmente a la de Culiacán, originando un temprano y longevo pleito entre las clases gobernantes de ambas ciudades, llegando a episodios dramáticos y escandalosos que terminarían mezclándose con los posteriores conflictos internacionales del país. La Prefectura de Mazatlán viviría varias de sus décadas más sangrientas en este período, hasta que cede definitivamente la capitalidad del estado y encuentra una paz casi completa.
A finales del siglo XIX y principios del XX, el distrito de Mazatlán crece como nunca antes en lo económico, industrial, cultural y social, hasta el punto de convertirse en la principal ciudad de México hacia el noroeste y su puerto más importante en el Pacífico. En vísperas de la revolución, una nueva casta de intelectuales y políticos se había formado, retornando a Mazatlán y su periferia las luchas políticas y militares que ya se habían superado. Las ricas familias de procedencia extranjera comenzaron a perder su influencia y una nueva realidad socioeconómica comenzó a dominar al recién formado municipio de Mazatlán.
Las luchas agrarias que siguieron a la revolución sumieron aún más la economía e industria mazatleca que había sobrevivido, a la vez que se formaban grupos de sicarios que desataron una ola de terror por todo el territorio. Aquel problema llegaría a su ansiado y dramático final con dos magnicidios, aunque sentaría un precedente directo para el narcotráfico sinaloense. Las pocas familias de la élite mazatleca que pudieron salvar su patrimonio comenzaron a invertir en la industria pesquera y en una desconocida industria turística, que viviría su primer boom a mediados del siglo XX, acompañado por una lenta y constante recuperación industrial y comercial.
A finales del siglo XX Mazatlán había recuperado parte de su antigua influencia económica, cultural y hasta política. La transición hacia el nuevo milenio vino con una mayor re-apertura comercial, empañada momentánea y trágicamente por las guerras del narco y los escándalos en su administración pública… Y así llegamos a nuestros días, tan abruptamente como todo en nuestra historia, tan llena de subidas, bajadas, claros y oscuros, lista para dirigirse hacia donde gire el timón, pero ¿qué sigue?, ¿hacia dónde ir?, solo a nosotros nos toca decidir. Mucha suerte.
Escrito por Fernando Meraz
Es un bello puerto y ciudad, de niño viví ahí , tengo muy bonitos recuerdos y tal vez en un futuro no muy lejano ancle en su puerto para siempre.
Wow yo también Ramón . Tengo muy buenos recuerdos de Mazatlán
Soy mazatlateco. Viví 20 años en Mazatlán y me trasladé a Guadalajara, Jalisco, en 1960.
Desde entonces no he perdido contacto con mi puerto, pues hasta la fecha lo visito cuando
menos una vez al año, salvo en el periodo de Pandemia de 2020-22 en que dejé de visitarlo.
M azatlán fue mi cuna y es mi inmensa fortuna,
A legre lugar hermoso que disfruté desde niño,
Z umo, esencia y amor, con mar, estrellas y luna,
A mor que siempre acompaña, es inmenso mi cariño,
T engo que regresar a tí, despues de tanta aventura,
L eal amor que te tengo, carnavales que recuerdo,
A mor que en poema expreso, recordando hermoso faro,
N aturaleza me llama y regreso hacia tu vientre,
para enterrarme en tu arena como mi deseo mas caro. Junio 2022.