Corría el año de 1900 y la tercera edición del carnaval de oropel de Mazatlán estaba en preparación. El comité organizador se había instalado, lo presidía don Natividad González, el vicepresidente era don Carlos L. Volquardsen, y como secretario, Adolfo O’ Ryan. En esa ocasión, se integró una comisión especial, encargada de la alta y delicada misión de ofrecer la corona del reino carnavalesco a la futura consorte de Su Majestad, el Rey. El Correo de la Tarde festinó el suceso en una nota, que tituló “El Carnaval de 1900 recibirá una Reina”; la elegida fue Winifred Farmer, quien contaba entonces con 17 años, descrita en las crónicas como muy servicial y afectuosa.
De su participación en los festejos carnavaleros de 1900, la que fuera reconocida como primera soberana recordaba con nostalgia, muchos años después, que le confeccionaron dos trajes, el de recepción y el de montar. La modista encargada de ambos fue la señora Delfina Perla.
En la imagen superior está ella aparece a pie del caballo y porta el traje de montar de brocado terciopelo púrpura y con galones blancos. En sus memorias, Jesús Ernesto Gómez Rubio asentó que esa vestimenta fue elegida por Winnie de una publicación, que mostraba a la Reina Guillermina de Holanda pasando revista a la tropa sobre un corcel, y así quiso posar como soberana. Respecto al corcel, el mismo autor, para resaltar la personalidad osada de Winnie, comenta que lo montó a pesar de que acababa de tumbar a su papá.
El doble atuendo obedeció a que Winnie, en su calidad de Reina, quiso participar a caballo en el paseo de jinetes, comparsas, bicicletas, carros aéreos, automóviles y otros móviles, que el comité programó para celebrarse el Martes de Carnaval, a partir de las tres de la tarde.
Fuente: carnavalmazatlan.net